¿Quién no ha sentido la necesidad de ser amado por completo cuando se está 100% enamorado? Entregarnos por completo y vivir plenamente, tanto en cuerpo como en alma, un romance que nos haga sentir la felicidad a flor de piel. Deseamos ser deseados y anhelamos ser amados, es lo que cualquier mortal común y silvestre quiere con todas sus fuerzas. Para muchos la búsqueda se hace larga, para otros la cuestión es muy sencilla siempre y cuando hayamos aprendido a darle su lugar de importancia al sexo y al amor.
Claro, lo ideal sería que en una relación de pareja el amor y el sexo vayan de la mano, sin embargo no siempre ocurre así. A veces tan sólo buscamos lo físico y otras, el amor acompañado del sexo, la dualidad perfecta. Lo ideal para más de un mortal común y silvestre sería vivir esto último, y no son pocos los que anhelan, como la novia en la iglesia, llegar invicto a la cama.
El gran dilema es: ¿debemos esperar a tener sexo siempre y cuando amemos a esa persona?, es decir ¿llegar virgen a una relación de pareja tras haber encontrado a ese hombre ideal? Sin lugar a dudas todos los que hemos navegado por las aguas de la pasión sabemos lo que pasa cuando por temor a involucrarnos más de la cuenta vemos nada más que el lado sexual y punto. Quizá el miedo a equivocarnos, a perder otra vez o ser dejados de lado, nos enfrasca en simples agarres y revolcones. Aunque, hasta los hombres y mujeres gays más recorridos o con bastante mundo tienen -como se dice- su corazoncito, y hasta ellos en algún momento han vivido esa mágica emoción que transforma la comezón sexual en una viva llama de amor cuando la persona con la que se acuestan pasa, de amante de turno, a cosa seria.
Amar a un hombre del nitrato virgen es casi derramar la sangre en una ciega profusión de giros, imágenes y rostros. |
Encontrar a ese hombre o mujer de nuestra vida no es tarea fácil. Por eso mismo, ¿seríamos justos con nosotros mismos al quedarnos célibes tanto tiempo?, ¿pasar por un período de abstinencia o de monogamia total? ¿Cero sexo? A más de uno le parecerá esto un absurdo, "¿virgen?, ¿quién puede ser casto cuando el cuerpo te pide acción?", me dijo un amigo. Hay quienes tienen muy bien zanjada la diferencia entre una pareja y un compañero de alcoba, por eso no pierden su tiempo al distinguir entre el 'sexo importante' que ejercitan de manera exclusiva con su novio, y el 'sexo normal' reservado para los chicos(as) de los que sólo él o ella conoce su existencia. ¿Será cierto eso de que 'es el único que hay para mí y sólo a él debo entregarme'?
Debemos recordar que la noción que tenemos sobre amor data nada menos que de la Edad Media y fue creado por los poetas franceses, siendo así que a través de los siglos creció la noción de que la monogamia es el estado ideal del hombre. Lo cual se mantiene hasta nuestros días como lo más normal. Sin embargo, debemos recordar que el sexo homosexual difiere bastante de las reglas heterosexuales impuestas por la cultura y la sociedad. Felizmente, nosotros los gays hace muchas lunas entendimos la zanja que separa la libido del compromiso de una pareja. Entonces, ¿existe la virginidad gay? Es harto complicado ya que por una parte algunos gays consideran al sexo anal como algo sin demasiada importancia, en comparación el sexo vaginal en una relación "straight".
Es más, existen hombres gays que mantienen sexo oral sin haber tenido nunca sexo anal y no por ello creen haber perdido su virginidad ni tampoco al tener una masturbación mutua. ¿Y que decir de los "escarceos" amorosos, los contactos casuales y de cualquier otro tipo en los que no se produce mayor intimidad? Puede ser que todavía no estés listo para tener sexo, pero llegará el día en que pases por esa maravillosa experiencia, si es con alguien que amas mucho mejor, si no, a lo hecho, pecho. Sin embargo, si aún te mantienes virgen toma en consideración que cualquier clase de teoría requiere su práctica, y en el sexo esto es bien cierto. Si decides tener sexo recién al enamorarte pueden resultar dos alternativas: o la pasas increíblemente bien con el hombre del momento o quizá la "calentura" te haga pensar que todos los hombres que conoces son "el" hombre.
Recuerda que la vida es una constante de experiencias, errores y aciertos. Y nosotros más que gays seres humanos no estamos exentos de ello. En la vida como en las páginas de un libro vamos escribiendo día con día un capítulo diferente y no son pocas las hojas ni la tinta que los escritores han gastado en sus borradores. Por eso un pequeño consejillo: equivocarse y volver a intentarlo, eso es lo que vale.
Tomado de: http://gaycomotu.blogspot.com/